
Acuarela de Arturo Marín. Desde el Generalife. Granada. http://etsie.ugr.es/
De unas palabras, una opinión.
Sobre todo, está permitido comentar el concepto que uno tiene al respecto de un tema en particular. Será ésta más o menos respetable, según su intención, pues no todos los "artículos" o post es, que puedan ser transcritos, se harán con las mejores palabras para definir aquello que queramos expresar, cosa que tampoco es reprochable al decir cada cuál lo que le venga en gana. Y al que le pique, que se rasque.
Ya sabéis las reglas de toda labiada puesta en letras, e intento cumplir fielmente con ellas; y con ésta paso al desarrollo principal y núcleo gordiano de la cuestión o cuestiones que me han traído hasta aquí.
Empezamos, "en peçón" (grandes los TypColl).
El primer cuento viene a colación de un comentario leído, de Pérez Reverte en una conversación con Jorge Fernández (ambos escritores y académicos, el primero español y el segundo argentino) en el diario "El País", al participar en el certamen de novela negra "Getafe Negro" ( http://cultura.elpais.com/cultura/2016/10/14/actualidad/1476466961_836862.html).
En una de sus declaraciones califica de imbécil a un radio hablante por reivindicar la cobardía; afirmando a su vez que el valor, la dignidad, la lealtad no están en venta.
Hace unos días hice un comentario en un blog de una comunidad de G+, sobre la valentía y la cobardía, y éste artículo del periódico sobre los mencionados escritores, me viene a huevo para expresar mi opinión al respecto, de una manera más general y comunicativa al publicar el post e, aquí.
No reivindico la cobardía o el valor, ni tampoco dejo de hacerlo.
Depende de la situación y las circunstancias que se den para actuar de una forma u otra, en la que nuestra actitud, se vea comprometida en tal magnitud que tengamos ante nosotros el dilema de afrontarlas con una elección, donde el carácter y personalidad nos dará la respuesta a la decisión tomada. Cada persona toma sus decisiones con diferentes parámetros ante las mismas particularidades que le presenta la vida; y claro que la valentía es una de las opciones con más posibilidades para salir airoso de la situación, donde nuestra determinación es decisiva. Al igual que no demuestra cobardía la negación de una acción activa ante determinada vivencia en la que nos ha situado el acontecer diario.
No quiero poner ejemplos de casos en los que se puede optar por una de las distintas valoraciones ante un hecho determinado, porque cada uno de los lectores podrá verse ante situaciones para poder calificar su actitud de cobarde o valiente, y cómo repercute su comportamiento general en la vida, pues cada decisión que tomamos viene acompañada de una valoración, y juicio interpretativo sobre la cuestión que se trata.
Sobre la dignidad y lealtad, son otro tema a tratar aunque la relación que tienen con las definiciones de las que intento valorar, es estrecha y puede que a veces vayan de la mano, pero mi postura sigue estando con la tesis circunstancial de la vida.
Sin que sirva de posicionamiento ni quiera dar a entender una reivindicación de la cobardía, me ha venido a la mente aquella famosa frase : - "De valientes está lleno el cementerio", tampoco es eso, pero siempre hay que actuar en su justa medida y posibilidades ante lo que nos enfrentemos.
Iba a seguir con la decisión que ha creado controversia entre los círculos literarios por la concesión del premio Nobel otorgado a Bob Dylan, galardón que a otros les ha parecido magnífica la resolución del jurado. Creo que merece otro post e, aunque aquí se han colado la pelota en propia puerta.
Ya me enrollaba otra vez con el tema nobelero, pero he borrado a tiempo.
Debería afrontar con valentía la continuación de la narrativa iniciada con "De unas palabras...", ampliando así el cacao montado hasta la fecha 38:72 del día de hoy, pero me he acobardado ante la posible metedura de pata si sigo, cosa de la que creo haber hecho ya. No pongo dia ni mes porque lo mismo se publica cuando no es actualidad lo dicho por el escritor y académico, colocándome en una posición muy comprometida con los lectores, que podrían recriminarme el desfase entre los que te cuento.
El desenlace final es puro mantecao, pero me vale para cumplir la ortodoxia escrituril.
No me aguanto la gana para seguir escribiendo, me place en demasía. Tengo el carrete lleno de gigas, pero me la voy a envainar cerrando el boquino, osea dejo de teclear.
Otra que me ha venido ahora, así de pronto:
- "Cobarrde, fistro". :)
PD. Gracias a quien ya sabe, por el signo. Si lo lee, ya se dará por aludida.
PD2. Aquél-ella, lector-a, que pase a visitar mi perfil de G+ se encontrará con las fotografías de las publicaciones, sustituidas por la señal de sentido prohibido. No hagáis caso, podéis pasar y leer todo lo que encontréis. Lo mismo sucede en el blog con las publicaciones antiguas, aproximadamente las cincuenta y tantas más recientes ya están actualizadas. Metí el gambón al tic-klear una opción que me borró todas las fotografías del blog. Ahora las estoy restituyendo, las originales por supuesto; alguna cambiaré por gusto pero espero esté todo en su sitio en unos días, semanas o meses dependiendo de mi actitud con la actividad emprendida. Es un pequeño peñazo y más ahora que le estoy poniendo autoría y procedencia, cosa que faltaba por aquello de los derechos de aut@r. Si no me lucro con ello no debe haber denuncia, así debe ser; pensando además en mi situación económica, no estoy yo para abogados y la poca fe que tengo en la justicia humana, como en la divina que ni te cuento; en cuantos menos líos me meta mejor para todos, porque yo a las buenas soy muy bueno pero a las malas no me acobardo. :) :):)
Pues la postdata que acaba con el cuento que te dije, se ha convertido en otro cuasi post e, y ahora me estoy planteando dar el toque final con el premio a Dylan que si lo dejo para más tarde ya estará el pescao vendio y mi opinión no tendrá relevancia entre los grandes opinadores del mundo mundial. Luego os digo, que ahora debo enfrentar mi valentía ante un asunto que me acojona y acobarda, que por cierto a la plancha sazonada con determinadas especias, está para salir corriendo.
Me lo he pensado mejor y paso de cansinar al personal con otra cuestión discordante en los diferentes puntos de vista de tod@s a quien le interese el tema. Lo mismo no escribo nada porque en conversación con mis más cercanos colaboradores, al mismo tiempo que defendía una parte argumental pensaba y con razón poderosa en la contraria, asinesque mejor me pienso el tema de los zoológicos, caso del cuál también hemos comentado en la anterior cita sobre la reunión con los que me soportan.
Tema interesante y que hasta el momento con toda la proliferación de grupos pro animalistas, no he visto ni oído nada al respecto.
Que lástima tener que dejar este post e, sin despedirme adecuadamente.
Lo dejo como una carta sin destinatario, como un paquete vacío, o una flor sin olor. Asín es la vida.
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