martes, 12 de julio de 2016

FRASES Y FRESAS

             
George Owen Wynne Apperley. - C/ de Zafra.
                              Albaizyn, Granada. - Acuarela.


                                        

No tengo hoy un cuento, ni voy a rimar unos versos en ésta ocasión.
No tengo nada, ni la necesidad imperiosa de antiguas circunstancias que me implicaban en la obsesiva y cuasi paranoica búsqueda de palabras.
Siguen escondidas para mí, púes nunca ha sido fácil su captura y he tenido que juntarlas sin una gramática y léxico, que le dieran una cobertura fiable para salir entre papeles blancos, sin ningún borrón ni tachadura que manchase la idea principal de transmitir mis inquietudes en determinado panfleto.
Los momentos cambian y las sensaciones también, al igual que al percibir un instante puntual, determinan la decisión respecto a lo que pensabas o a lo que sentías.
El segundo verano que escribo en esta bitácora, y no lo hago con la misma inquietud, o pasión, o necesidad imperante de ponerme delante del teclado, para dar rienda suelta a cualquier narración que cupiera entre los márgenes de la susodicha tabla de letras esparcidas.
El karma me ha cambiado. Mi alma siente otras sensaciones entre parámetros y magnitudes distintas.
Siento que estoy en un escalón superior tras subir otro peldaño. Aún está lejano el que indique cuán próxima está la cima, pero como las letras; juntos forman la escalera que conduce a lo alto de la azotea, donde te espera la mejor versión del cuento.
Cuánto camino por recorrer, cuántas palabras por decir, cuántos abrazos por estrechar, cuántos besos aún por dar; entre silencios guardados, alborotando el pensamiento y confundiendo la inteligencia; haciéndote ver lo que parezca, no pueda ser y lo que sea, alcance aquello por lo cuál luchaste para que no ocurriera.
Cuánto  engaño por descubrir, cuánta trama por desarrollar, cuántos signos por señalar hacia el camino por donde avanzar, cuántos tropiezos para levantar un cuerpo tendido a causa del desaliento, originado en la duda de la razón, en la incomprensión del suceso y en la fatiga del trayecto.
De frases está el vocabulario colapsado de tanto usar para cualquier motivo, en distinto contexto o expresión, y no las podemos dejar al ser el medio de difusión, por tanto; su empleo debemos buscar para mejorar la compresión de aquello que queramos transmitir.
Leo y observo el afán con el que se emplea la gente, en seguir las directrices que otros proponen con sus dichos, con ocasión de un eventual momento, haciendo resaltar la importancia de lo expresado como dogma o pauta  a seguir, ya sea sobre algo personal o espiritual; y está bien que tomemos iniciativas a partir del convencimiento de lo dicho por otros.
A mi, se me encogió el corazón cuando en un acto benéfico en el CNIO (Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas), dijo Alejandro  Sanz:
 -  " Cuando uno es padre, lo es de todos los niños del mundo".
Ésta es la fresa. Sin más comentarios.




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