sábado, 9 de julio de 2016

SI SUPIERAS

                 
             salvador Dalí. El rostro de la guerra. Pinterest. 
   
                          

Opinando de nuevo, sobre no sé qué, de algo que sucede o sucedió. Tal vez también me posicione en cualquier fregao que moleste a cierto grupo de gentes con distinto criterio respecto a la posición mostrada.
Hay tantas noticias y acontecimientos de todo tipo de los que somos capaces de realizar cualquier humano, que siempre tendré, tendremos; distintos puntos de vista al enjuiciar o hacer una crítica del movimiento efectuado en una situación determinada. 
Todo tipo de noticias son susceptibles de una valoración siempre subjetiva, pues la apreciación que nos surja reflexionando al respecto, lo hará bajo los valores que hayamos adquirido durante nuestras vivencias, que nos otorgan la opción de tirarnos el rollo, creyendo acaso que a alguien le importa nuestra opinión, basada principalmente en la experiencia que dan los años o situaciones vividas.
Al igual que digo una cosa, cuento la contraria. Es decir, hay opiniones muy interesantes basadas en datos, y aunque no falta la subjetividad, siempre serán con criterios de reflexiones ajustadas a una mente inteligente con un potencial superior al resto de la media, que solemos dar cuerda a distintas circunstancias de la vida.
La vida que vamos consumiendo poco a poco, haciendo, o mirando como la hacen, o diciendo si lo hacen bien o lo hacen mal, o no haciendo ni diciendo si nos importa lo que hagan, y nos da igual lo que pase mientras no sea a nosotros. Hasta que nos pasa, y mostramos interés por lo relacionado con lo que nos ha pasado y les sucede a otros con igual o parecidas circunstancias.
Joder, y siguen matando a cientos, miles de personas allá donde surgió el principio del fin, y aquí es donde surgió la idea de empezar el final, para todos aquellos que se han visto afectados directamente con la guerra de Iraq, y sus posteriores consecuencias que aún estamos pagando, sobre todo los que mueren a causa del terrorismo. Hace ya trece años.
Aunque empezara mucho antes, pues ya estaba todo enmierdao y hace años sucedió de diferente manera. Hasta que hubo un motivo que hizo que todo cambiara en la vida de todo el mundo. El atentado terrorista del 11 de septiembre en Nueva York. También sufrimos el atentado de Madrid, el 11M, Londres, y en los países africanos donde no paran de atentar, pero no nos atañe, y los de Iraq, o los de Turquía, o la guerra de Siria, pero no nos atañe.
Parece que fue en la prehistoria y todavía seguimos matándonos y haciendo sufrir a inocentes.
No voy a hacer un relato histórico de la situación. Pero ya lo han hecho otros, en los distintos países que se aliaron para masacrar a un pueblo por sus materias primas. Bueno, y han pedido perdón. Ahora, una vez hecho, se pide perdón y el "ser" que los guía los absuelve tranquilizando sus conciencias.
Pero Aznar, tras publicar libros reafirmándose en sus posiciones de intervención en aquella guerra, con el parlamento y 90% de la población en contra, aún no ha abierto la boca. Rajoy, como siempre no sabe nada. Pero ha salido el gran ministro de defensa en esos años, el actual embajador en Londres, el excelente abogado, jurista y gran sabedor de leyes diciendo que no participamos en la guerra. Como con las responsabilidades del accidente del avión Yak-42. Trillo, se llama.
KE ASKAZO.
Creemos vivir en un país donde estamos occidentalizados, por pertenecer a instituciones y sociedades avanzadas democráticamente, y con valores dignos que nos hacen sentir los reyes del mambo. Pero no.
Continuamos instalados en la cultura franquista del poderío que ejercen los que firman las leyes y sentencias condenatorias al pobre ladrón que va a la cárcel, mientras que los grandes ladrones y mafiosos siguen sentados en sus escaños y despachos con total impunidad. 
La generación de los hijos franquistas aún lo tienen todo bien atado, y los nietos empiezan a asomar la patita, corroborando que son ellos los que aprietan el nudo. Encima la clase trabajadora les vota, para que siga instaurada la corrupción y no sea posible un cambio generacional, no hablo ya de cambio político, sino de modos de actuar en la asunción de responsabilidades en todos los ámbitos, tanto políticos como sociales.
Esto es una democracia franquista, no hay duda, pero no solo por la actuación de la derecha, parte de la izquierda continuista que nos ha gobernado, salvando las distancias, también tiene mucho que esconder; por eso no sale todo a relucir. No tenemos ni idea del entramado que se teje en el poder, aunque creamos saber de qué va.
Me callo, que luego no me creo ni yo lo que escribo. 
   
    

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