
Me siento satisfecho con el retorno a la divulgación de mis palabras conjuntadas en distintas formas de expresión, aunque ahora llevo poca palabrería divulgada, más bien casi nada; espero alcanzar el ritmo al que estaba acostumbrado, con algún cuento o relato, puede que me siga iluminando la rima, cosa que casi nunca había hecho, al no ser aficionado ni lector, salvo algunos títulos versados que me llamaron la atención pero sin erizarme el bello de la emoción. Ahora es distinto, me apetece versar sin más pretensión que alcanzar unas rimas dentro de un orden establecido por las normas poéticas y me gusta, sin aprendérmelas de memoria que creo debería ser condición prioritaria para recitar con énfasis y agrado cada sentimiento expresado en el conjunto de versos unidos en distintas estrofas.
Me asombra la cantidad de poemas escritos, cosa que al recopilarlos y leerlos de nuevo me enorgullece, además me suenan bien al pasar por mis oídos y recitarlos en voz alta, e intento que cumplan los requisitos que se le exigen a los versos encadenados. Ésta condición placentera de escribir de vez en cuando algunas estrofas, no me ha hecho un lector de poesía, sigue sin apasionarme, pero sí hace interesarme por lo que otros componentes de las distintas comunidades del G+ que están más próximos en círculos frecuentados con más asiduidad, y la verdad es que no hace falta ser un reputado y afamado poeta para componer bellas alegorías de sentimientos como observo en muchas páginas. Es notorio que la calidad pasional y el buen hacer, junto a una base promocional que resalte el trabajo efectuado, determina los resultados que puedan hacer llegar a donde uno-a desea, o por lo menos intenta, y a mí creo que me falta la pasión, además de otras cosas para estar a la altura de lo que leo por otros blogs.
Empecé relatando cosicas de la infancia y adolescencia, llevándome cada relato al nacimiento de cuenticos y brevedades auspiciados también por otros que ya tenía escritos y saqué del armario proclamando su ambigüedad lecturil.
A cada paso que aumentaban mis escritos, me hacían coger confianza y expresar alguna que otra neura, y percepciones que mi cerebro era y es capaz de desarrollar, y sin ninguna cortapisa pude y puedo mostrar, aunque recomiendan que no es conveniente declarar todo lo que uno es, porque siempre hay alguien dispuesto a aprovecharse de ello; a mí poca cosa me van a suplantar, pues no escribo best sellers. Por eso me colé en esta fiesta. Para expresarme con total libertad sin ver coartados mis sentimientos, mostrando la personalidad y carácter a través de mis palabras encontradas.
Es ilusionante volver a decir lo que pienso en distintas propuestas, tampoco es mucho el tiempo que no he escrito, pero al formar parte de un hábito que me otorga diferentes sensaciones satisfactorias, la principal es que los que entráis con regularidad a ésta página lo sigáis haciendo, aunque siempre he mostrado que escrituraba por conveniencia personal, la costumbre de interactuar por medio de comentarios, o a través de puntuar con la reseña +1, o me gusta del face; crea una empatía con los que lo hacen que aún sin conocernos, establecemos una cordial relación basada en lo más destacado y expresivo que podemos ofrecer como es la palabra; escondida, buscada, encontrada y sacada a la luz.
No importa si el gusto no coincide, pues para ello existen los colores, que junto a las palabras dibujan murales infinitos de variedades cromaticolectoras, siendo dicha diferencia la incuestionable capacidad de la creación individual como baluarte de la belleza.
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