
Altiplanatur. J.A. Dengra Martínez. Facebook.
Me estoy acercando. El tiempo pasa deprisa, y sin darme cuenta se aproxima otro suceso circunstancial del que se esperan toda una serie de variables con resultados por lo menos aceptables. Dentro de unos parámetros en concordancia con las esperanzas depositadas al comienzo del proyecto.
Todo pasa y todo llega, y la conclusión del planteamiento al que hay que hacer frente, se encamina por una senda esperada y deseada que posiblemente dé sus frutos, aunque todavía queda mucho camino que recorrer, después de éste tramo principal y mas importante. El negocio principal anda encaminado por una senda controlada y con unos números aceptables para que el principal inversor, espere un rédito que le haga ser optimista con el tipo de inversión realizada, para así poder seguir confiando en el trabajo que se está desarrollando.
No se requiere mucha acción, pero sí una participación activa en determinados momentos donde se verán los resultados de una anterior colaboración en tamaño trabajo llevado a cabo.
Ahora, es el momento de la espera tranquila y meditada, mientras se dan los pasos para conseguir el fin requerido desde un principio menos alentador y que con las medidas adoptadas, han cambiado la percepción y desarrollo de éste asunto, que determinará el esclarecimiento del tema principal y primordial para el futuro que aún está por resolverse, dentro de unas expectativas aceptables y optimistas, según avanza el cursor que marca las pautas a seguir.
La vida continúa poniéndonos a prueba, nos plantea situaciones y aunque poco o mucho pueda hacer uno al respecto, las diferentes maneras de afrontarlas, establecerán la actitud que requiera de una mayor fortaleza para hacer frente con una mentalidad que no haga caer en la desesperación y abatimiento; sino muy al contrario, de esa mentalidad positiva nacerá la mejor ayuda para hacer frente a cualquier acontecimiento al que haya que neutralizar y salir victorioso de dicha circunstancia.
Todo está en la cabeza, para desarrollar ideas y pautas a seguir, haciéndole frente a las diferentes motivaciones que requieren distintas decisiones, y resolver o afrontar lo más inminente que surja en la cotidianeidad del día a día, y si la mente no está limpia y fresca, sin interferencias que contaminen las decisiones a tomar en consideración, difícilmente se podrá acertar para por lo menos que el error sea mínimo, y no afecte en gran manera a la variable que se haya tomado como más adecuada para mitigar el problema creado.
Otra historia que se repite en la rutina.
Me estoy acercando. El tiempo pasa deprisa, y sin darme cuenta se aproxima otro suceso circunstancial del que se esperan toda una serie de variables con resultados por lo menos aceptables. Dentro de unos parámetros en concordancia con las esperanzas depositadas al comienzo del proyecto.
Todo pasa y todo llega, y la conclusión del planteamiento al que hay que hacer frente, se encamina por una senda esperada y deseada que posiblemente dé sus frutos, aunque todavía queda mucho camino que recorrer, después de éste tramo principal y mas importante. El negocio principal anda encaminado por una senda controlada y con unos números aceptables para que el principal inversor, espere un rédito que le haga ser optimista con el tipo de inversión realizada, para así poder seguir confiando en el trabajo que se está desarrollando.
No se requiere mucha acción, pero sí una participación activa en determinados momentos donde se verán los resultados de una anterior colaboración en tamaño trabajo llevado a cabo.
Ahora, es el momento de la espera tranquila y meditada, mientras se dan los pasos para conseguir el fin requerido desde un principio menos alentador y que con las medidas adoptadas, han cambiado la percepción y desarrollo de éste asunto, que determinará el esclarecimiento del tema principal y primordial para el futuro que aún está por resolverse, dentro de unas expectativas aceptables y optimistas, según avanza el cursor que marca las pautas a seguir.
La vida continúa poniéndonos a prueba, nos plantea situaciones y aunque poco o mucho pueda hacer uno al respecto, las diferentes maneras de afrontarlas, establecerán la actitud que requiera de una mayor fortaleza para hacer frente con una mentalidad que no haga caer en la desesperación y abatimiento; sino muy al contrario, de esa mentalidad positiva nacerá la mejor ayuda para hacer frente a cualquier acontecimiento al que haya que neutralizar y salir victorioso de dicha circunstancia.
Todo está en la cabeza, para desarrollar ideas y pautas a seguir, haciéndole frente a las diferentes motivaciones que requieren distintas decisiones, y resolver o afrontar lo más inminente que surja en la cotidianeidad del día a día, y si la mente no está limpia y fresca, sin interferencias que contaminen las decisiones a tomar en consideración, difícilmente se podrá acertar para por lo menos que el error sea mínimo, y no afecte en gran manera a la variable que se haya tomado como más adecuada para mitigar el problema creado.
Otra historia que se repite en la rutina.
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