ENTRE TODOS

         Van Gogh. La morera.http://www.vangoghgallery.com/    

                                                                       
                                         
Cuando se tiene la certeza de una vida plena, llena de circunstancias ocasionales, previstas y rutinarias; no se tiene constancia ni percepción de un casual incidente, de una desafortunada situación o acaso de algún acontecimiento imprevisto, que redunde en nuestra común convivencia, tan normal y apacible como para desechar ideas que nos perjudiquen, tanto a nivel físico como mental.
Creemos que aunque todas las desgracias que existen, tanto en el mundo más lejano como a nuestro alrededor, a nosotros no nos va a tocar. Eso sucede por muchas causas psicológicas, que nos protegen de pensar en ello, además de otras cuestiones más difíciles de exponer, relacionadas con el inconsciente que nos gobierna las actitudes desde el entramado neuronal.
Y la vida continúa con más o menos sentidos, respecto a ciertas situaciones que nos atañen directamente, sin poder hacer nada por poder cambiar y nos encontramos en manos de otros que intentan resolver nuestras penurias.
Se dan ambas circunstancias que nos sitúan en la disyuntiva que puede aclarar nuestro presente, para ofrecernos un futuro mejor; o al contrario, el presente no levanta el vuelo, condenando al futuro a una situación de dificultades que irremediablemente nada puede cambiar.  
En todos los aspectos de nuestra existencia, debemos afrontar situaciones que sólo podremos superar con entereza y determinación. Siendo la opción negativa o contraria a ésta postura, la causa determinante de nuestro fracaso, si no queremos o no podemos emplear todos los medios a nuestro alcance para salir airosos. Pero hay situaciones que no dependen directamente de nosotros, viéndonos envueltos en una vorágine de dudas, sospechas e inquietudes que nada agradable ni satisfactorio van a proporcionarnos, precisamente por la falta de control sobre dicha cuestión.
La paciencia y confianza en quien tiene en sus manos nuestro presente, y con ello, también nuestro futuro, será la única vía de escape al estrés e incertidumbre creados.
Y esa confianza da resultados positivos, que hacen avanzar nuestras posiciones respecto al futuro que nos espera, clarificando posturas que antes nos hacían ser pesimistas, mejorando nuestro estado mental para afrontar lo que tenemos o nos viene.