COPIA Y PEGA

                 
                       Madrid. C. Gran Vía. Pinterest

                                     
Hay veces, algunas; otras no. 
Puede suceder que queriendo, no puedas, y que pudiendo no quieras.
Da que pensar, al comprobar las interrelaciones que ocasionan los diferentes medios para conectar entre sí a las personas. 
La gran cantidad de movidas que se ocasionan en las redes con nuestras fotos, diálogos, documentos y todo lo que guardamos secretamente sin serlo, pues cualquiera que esté dispuesto y sepa cómo acceder a toda la información que se mueve en nuestras cuentas; joder, debe ser un paraíso para cualquier listo de la informática, y disfrute con meter las narices en asuntos que no son de su incumbencia, pero sí de su interés, por utilizar cualquier dato que sea digno de serlo, y poder aprovecharlo en su beneficio o en el de un tercero.
Porque si entran en güés o  güebes de gobiernos, empresas y demás entes con capacidad de mantener una seguridad a prueba de tontos pero no de listos, en nuestras cuentas se tiene que dar por seguro que son bombas de relojería, o mejor expresado, son caramelos dulzosos para ellos. Así que mejor, no tener datos que comprometan la integridad tanto personal como de algo que implique nuestra seguridad en todos los niveles.
En especial hay que tener informados a nuestros menores, y asesorarlos, y hacerles ver el peligro en el que se pueden meter si no cuidan su intimidad.
Creo que es interesante poner todos los medios para que el daño sea lo menor posible, porque seguro que estamos en manos de extraños que pueden hacer que nuestra preocupación se convierta en algo serio, pero tampoco es para entrar en estado paranoico, solo hay que ser un poco prudente.
Pues ya lo he dicho. Es una cosa simple, pero a tener en cuenta.
Al comenzar estaba rulando por otra vereda, pero la actividad que me ha desocupado del teclado, me ha obligado a retomar el escrito a medio hacer, dándole otro punto de vista del inicial. ¿Estoy bien de la chaveta?, o es normal cambiar según se va escribiendo y soltando letras que al juntarse las palabras forman otro concepto del programado. 
Estoy liado con un relato, pero no me da tiempo. O no tengo la suficiente imaginación para continuar y estoy parado con la tiza en un punto del encerado. 
Menos mal que no se me ve la cara tonto que se me queda cuando estoy en blanco, todo negro y mosqueado por no poder tirar tralla y acabar con lo que hago.
El segundo tramo de ésta trola, me ha salido del tirón, no sé si seguir o cortarme un pelo ya y dejar de dar la matraca. Bueno, venga, nos vemos. Y si no nos vemos, en tu culo la tenemos.