martes, 18 de agosto de 2015

EN NEGRO

   
                    Altiplanatur. J.A.Dengra Martinez. Facebook

                  

Hay veces que quieres hacer determinadas cosas, a las que precisamente estás empeñado en desarrollar, y aunque emplees los medios y ocasiones para realizarlas, no son suficientes motivos para efectuar aquello que deseas.
Me planto delante de la pantalla, o del plasma como hacen otros con más descaro y chulería. Consigo deletrear situaciones pasadas, actuales o desarrollando algunas circunstancias, (mejor llamadas movidas) que se pasan por la pelota y cuento lo que en ese momento se me va ocurriendo. Creo que dentro de una coherencia y planteamientos de acuerdo a mis posiciones mentales y en concordancia con mi actitud ante la vida. También se muestra claramente sin tener que dar explicaciones, pues al igual que se dice que la cara es el espejo del alma; la escritura es el reflejo del corazón, y hay situaciones en las que el engaño y la mentira podrán subsistir un tiempo, el necesario que se lo permita la sinceridad y la honestidad que lleves dentro para vencer la incongruencia de tu redacción.
La necesidad que tengo de escribir, surge por la costumbre y rutina que me he creado circunstancialmente por motivos ocasionales de ampliar mi afición por expresarme con las letras desperdigadas que solía juntar para contarme cosas y luego recordar momentos. Empecé tarde y ocasionalmente por emplear el tiempo en algo que me producía quietud, tranquilidad y relajación, al igual que ahora; diferenciando la actual escritura casi como una obligación al haber creado éste puesto de redacción, donde al ser propietario y tesorero debo buscarme los chanchullos y untar a los personajes influyentes para mantener mi posición, sin tener que pagar sueldos y nutrirme de becarios que en distintos artículos tengo que sustituir, porque o no aparecen o me escriben churros que luego no se pueden cagar, formando bolas que sólo salen trabajando mi menda el doble, y así estoy que no puedo dejar esto solo ni un día.
Hasta aquí he llegado para decir lo que debía haber contado en la primera parrafada, pero como todo escrito necesita una presentación, un nudo y el desenlace, a él precisamente nos estamos acercando al intentar explicar el motivo por el cuál he empezado a enrollarme. Y es el siguiente:
Deseo escribir algún relato, cuento, o novelar situaciones, o cualquier cosita sin grandes pretensiones, pero no me concentro, ni para leer un libro, ni escribir con sentido un relatillo de los que tanto me gustan transcribir. Siempre hay motivos para hacer una cosa y la contraria. Tenemos cantidad de oportunidades y ocasiones, con el tiempo de nuestra parte; pues también se saca de donde sea, cualquier acto o escena que debamos desarrollar en la vida, es susceptible de ser anulada para hacer otra con mas interés o motivación, según nos convenga en cada momento. El orden de prioridades es muy subjetivo y depende de la voluntad que pongamos en ello. He pensado hasta en la manera de expresarme, como hacía antes de teclear. Cogía mi boli y un cuaderno, enrollándome en multitud de ocasiones sobre gilipolleces o sucesos que se me pasaban por el perolo, movidas que había tenido. ¿Y creéis que está todo perdido? Pues no; escaneé lo redactado y lo tengo guardado en la nube de algodón, donde mis recuerdos puedo alcanzarlos con un clic del ratón.
Eso me propongo, me voy a comprar un inoxcrom de los que pesan y te duele la mano al rellenar un folio para encontrarme con aquél que guionizaba historias y se enrollaba con cualquier tontería. Todos, bueno no; casi todos los relatos que tengo del blog, tienen mas años que el euro, otros son mas recientes y me encanta hacer manualidades con el boli, y con los pinceles, la pintura, mejor o peor; pero el tecleador del ordenador o del móvil me tienen pillado, limitándome en mis "creaciones" (es por llamarlo de alguna manera, el creador es otro tipo, yo hago el paripé para relajarme y evadirme de movidas) aunque crea lo contrario.
La voluntad manda y si no ordena usted ninguna otra cosa, con el debido respeto y su permiso, me doy el piro vampiro.


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