PARECE SER QUE SE ERA.

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Como aquí todo el que tiene poder y mando en plaza, hace y deshace a su antojo sin tener en cuenta el bien común, o por lo menos el mío. Joder que no se me tiene en cuenta ni para repartir, o algún que otro puestecillo de pasador  de cualquier papel, o envío por correo electrónico de alguna factura falsa, o yo que sé, ponerme de titular en alguna cuenta de ahorros evasores en Suiza para dar el pegote, si total no me lo voy a quedar; porque a ver donde huyo con el botín, si no tengo en quien confiar; pues eso, que como iba diciendo te la metí y me fuí corriendo (nada relacionado con el sexo, que siempre se va la imaginación al mismo sitio). 
Me refería a la bola que me acaba de salir sin ton ni son, es que este verano me tiene pillao y no me deja explayarme a mi antojo, ni a mi antoja, que se me parece que la neurona que tengo suelta, está estramboticándome el serventesio que tenía preparado para no se qué ocasión y no se me juntan dos ideas ni aunque las ponga en fila alineándose con el brazo sobre el hombro. Firmes. Descansen.
Iba a hablar del poder y mando en plaza del político que me encabrona cada vez que me pongo a pensar en las movidas que se montan. Pero como ya no razono cabalmente, veo y observo que una lobotomía me dejaría mejor de lo que la hiaputa de la neurona esquiva y solitaria, está formando en mi cerebro que aunque consigo expresarme, no me deja hilar fino para desarrollar,  o ¿es extender?,  o acaso ¿se diría mejor explayar?, pues sea como fuere; me estoy comiendo un mojón de vaca que no se ni lo que me traigo entre manos. Porque las tengo cerradas, tecleo con dos dedos y eso que hice el curso de mecanografía. 

Yo, mi menda, heme allí sentado frente a la olivetti. Tan bien colocaditos los dedos en posición sobre el tablero tecleador. Y lo aprobé. Pero como no era hombre de oficina, ni administrativo, ni tenía que pasarle papeles escritos a nadie, la falta de uso me ha dejado inútil de tres dedos de cada mano, pero no creáis que me dan pensión por ello. Se hacen los locos, dicen que con dos dedos escribo con una soltura que más quisieran algunos.
En fin, que no sé que decir, porque si digo algo, puede incomodar, fastidiar o no molar, aunque el incisivo también corta y los colmillos, ¿para qué están?, no recuerdo ni tengo en mente una ocasión en la que mordiera con los colmillos, ya sé; sirven para coger caries y joderte a los demás trituradores de comida. 
Parece que el calor nos da un respiro y podemos salir a la calle sin el paraguas, porque donde está diluviando tampoco se puede salir a la calle, ni con ni sin.                           

Me parece poco tomate y sin sustancia que poder sacarle al artículo, así que voy a tener que echarle otro tipo de salsa.

Pues, que se está acabando agosto y con todo el meneo que viene, yo ya si eso me posiciono en la esquina donde no pasa nadie por si acaso. Joder, según escribo noto los efectos malditos causados por la jodida neurona que me tiene descontrolao, si acaso alguna vez he estado controlao o en  mis cabales; que baje el demonio y con sus carneros de dos patas me lleve pal otro lado del edificio, que aquí me da de pleno el sol y me derrite las ideas, o mejor me ponga en Pozuelo, en la urbanización llamada "la finca", que ya si eso yo me mejoro y me consuelo mejor, con la piscina, el terrenito verde con arboleda y el casoplón, lo mismo eso me quita las penas causadas por la fastidiosa neurona del copón.
Tenía cerrado y para entregar la bazofia que me ha salido, pero repasando, me ha dao el venazo y me he dicho a mí mismo: 

- Tron, si puedes meter mas chicha; ¿no será porque tienes algo que hacer, que te impida colocar unas palabritas de más?. Pues nada, aquí estoy esclavizado por mi propia tontería mientras podría estar tocándome los colondrillos. Algo me pasa, ya lo veo yo y lo siento; no hagáis nada que ya me hago algo, aunque sean un par de huevos fritos. Hasta que pueda comunicarme de nuevo, (seguro que será mañana) sed felices y no molestar, que al que le afecta, le jode mucho y no es cuestión de dar el coñazo.
Menudo año para recordar, nunca se me olvidará, si la maldita neurona me lo permite.