
Antonio López. Madrid desde torres blancas. www.rtve.es
Todos nos movemos y actuamos bajo el llamado imperio de la ley, la cuál viene determinada por los derechos que nos concede una constitución mas o menos discutible, pero que al fin y al cabo, se supone debe tratarnos a todos por igual ante toda institución dependiente del estado.
Que gran palabra. Encontrada para determinar la regulación de los asuntos ciudadanos, y así encauzar su desarrollo en la convivencia, que debería igualarnos en cualquier situación y conflicto que tengamos entre nosotros privadamente o con la administración del estado.
Sobre el papel, o papiro estilo romano, queda de lolás; redactado con toda la pompa y boato que la solemnidad de unas cortes representativas, donde está depositada la legitimidad otorgada por los ciudadanos, con la intención de que la justicia sea un pilar básico, para que podamos defender nuestros derechos con todas las garantías legales, que nos damos, al ejecutar las normas redactadas en el hemiciclo, que con tanto empeño se emplean nuestros delegados, salidos de unas votaciones que creemos democráticas.
Porque la democracia no sólo cumple la función del voto y la asociación de personas para la defensa de cualquier asunto que ataña al normal desarrollo del derecho que nos asista, la democracia garantiza unos derechos jurídicos, que en éste país de naciones nacionales, todo el poder, ya sea monetario o político, se lo pasan por el forro de sálvese el nombre para no ofender.
La cuestión de una persona un voto, a mí personalmente no me convence porque como ya me he expresado en otras ocasiones, no salen representados los mismos diputados de diferentes circunscripciones con el mismo número de votos, y a los diputados no los elegimos los votantes, sino los partidos y en el orden que se lo puedan arreglar mejor para después ocupar los mejores puestos cuando giren las puertas y beneficiarse tanto individual como al partido (actual ejemplo de Wert y su wife, los dos colocados en la OCDE,en Francia).
Me mosquea mucho que tengan la potestad de indultarse una vez condenados, o no cumplir condenas en concordancia a los delitos corruptos de cohecho y malversación, parecen banales y sin importancia, dentro de la sociedad normalizada en la corrupción, cosa que para mi no hay peor robo, pues de la confianza popular se aprovechan para hacer una estafa multimillonaria a costa de todos nuestros tributos, ya sean del tipo que fueren. Los partidos políticos tienen deudas que (si comparamos con cualquier empresa, asociación o grupo ciudadano, además de un individu@ que no puede hacer frente a sus pagos), son escandalosas; pues bien, ¿qué les permitimos hacer para solventar sus deudas a los políticos?, los subvencionamos con los impuestos, permitimos que instauren fundaciones para canalizar aportaciones de dudosa procedencia y en vez de embargarles sus bienes ( como hacen con el resto) los mantenemos de por vida con pensiones desmedidas, sueldos vergonzosamente altos con el de un currele, privilegios que les hacen embucharse todo lo que ganan sin pagar en ningún lado, y encima les pagamos los cubatas en el congreso. Ya lo dijo el m...f...so, Fede Trillo: -MANDA GÜEVOS.
Pero queda lo más cojonudo. Nombran a los jueces que son designados para juzgar aforados( políticos y altos cargos que son juzgados por el tribunal supremo), para salir indemnes y juzgar las tramas de corrupción (Gürtel ) como estamos viendo estos días, qué jueces se encargarán de dictar sentencia.
O también se pueden cambiar leyes a conveniencia para no imputar a la lideresa, la marquesa; tipiti tipitesa, por la movida del coche fantástico. O que la peña se manifiesta para criticar el poder gubernamental, o escribimos manifiestos alentando la insurrección contra los abusos del poder establecido, pues ley al canto para joder el pavino.
CONTRA REPRESIÓN, INSUMISION.
A que parece que volvemos a los tiempos en los que mandaban los padres, familiares y amigos, de los que nos gobiernan ahora.
JODER QUE MIERDA DE GOBERNANTES E INSTITUCIONES, QUÉ ASCAZO DE VIDA NOS HACEN PASAR.
Claro que quienes les votan, vivirán de lolás, con sus prebendas, sus buenos enchufes, sus dineritos en paraísos fiscales, o ya regularizados, o ya amnistiados, o ya dando por el bullaca a los demás.
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