jueves, 13 de agosto de 2015

UNA NEURONA P'ALLÁ

                     Picasso. La mujer que llora. 1937. Pinterest.


Que jodia la neurona díscola que se ma pirao del redil. Se ha desconectado del entramado de esa unión tan planificada, y con esa electrificación que encienden y hacen saltar las chispas, cada vez que se comunican entre ellas, formando el belén más espectacular de la gran red neuronal, para hacer nacer nuestras expectativas de la vida.
Está sola, no quiere comunicarse con las que las circundan, aún insistiéndole mucho y constantemente, ella se niega a iluminar la parcela que le toca por posicionamiento estructural de las conexiones establecidas, y claro es, que si no reacciona adecuadamente a los estímulos eléctricos que se le envían, algo o alguna parte del cerebro primero, y del cuerpo que lo sustenta después, al no activarse la extensión nerviosa que debe ofrecer la respuesta al estímulo neuronal, se resiente el buen funcionamiento de la máquina humana que tenemos por cubierta de nuestros órganos y demás elementos que engranan para que funcionemos, tanto físicamente como intelectualmente.
Los reparadores de anomalías ya han empezado a actuar, nada más comprobar que el sistema anunciara su deficiencia, pero entre las más de cien mil millones de éstas, en el tejido neuronal y aunque el empleo de diagnóstico que emplean es el más avanzado, con todo lo dicho; no se resolverá por lo menos y con unas predicciones generosas, hasta la finalización de éste texto, que no se sabe si podrá ser llevado a cabo por causa de la anomalía en curso y su correcta reparación.
La aparición de ésta neurona solitaria, junto a las otras 1.400 que nacen diariamente en nuestro cerebro, y que lo hacen interconectadas a la red que las sustenta, ha supuesto uno de los mayores problemas a los que se habían enfrentado anteriormente el equipo reparador neuronal. Hasta el momento se han intentado procesos de acercamiento, para averiguar las intenciones que se le suponen, pero no ha habido manera al estar fuera del control comunitario, y al conseguir desplazarse continuamente de un lugar a otro dentro del campo gravitatorio cerebral, no hay manera por el momento de seguir e intuir sus desplazamientos.
Soy consciente del problema o situación anómala que ha surgido, con ello tambien he sentido en pequeñas dosis intuitivas cómo tanto mi mente, como mis reacciones físicas, han variado con respecto a mi normal razonamiento y comportamiento, tanto a nivel individual como colectivo. Se me ha hecho notar dicha actitud, por los mas cercanos a mi entorno el cambio mostrado en determinadas ocasiones.
Estableciendo la vida media de una neurona de unos siete años, especulamos los reparadores y yo, como principal protagonista de la movida a la que nos enfrentamos, que no podemos prolongar ésta situación por mucho tiempo por las consecuencias desconocidas que pueda ocasionar. Se pensó en un primer momento que dada la enorme cantidad de elementos neuronales que desarrollan la vida del cuerpo que controla, no iba a dar posibilidad a que influyera negativamente en el normal acontecer diario, pero según pasan las horas y pocos días desde el inicio de la transformación, hemos llegado a la conclusión por la cuál, no podemos dejar alargarse en el tiempo, dada la incertidumbre que genera, aunque al desconocerse su objetivo, no podremos saber hasta que se manifieste de una forma mas continua, y en mayor medida, su posible beneficio o seguro perjuicio en el devenir de éste mi cuerpo y mente.
Por el momento, consigo escribir y explicar lo que me está sucediendo. Algo que me incita a pensar, que posiblemente no varíe mucho ni mi razonamiento, así como orgánicamente tampoco afecte el normal desarrollo de mis aptitudes, y si sirve para mejorar mi condición actual, bienvenida sea.
Actualmente no poseo datos para afirmar con rotundidad ninguna posibilidad. En posteriores artículos, o yo cuento cómo reacciono, o ya veréis a través de mi escritura y comentarios algún cambio que se pueda detectar, y que sea relacionado con la soledad de esa neurona.
Por favor si observáis cualquier anomalía en mi redacción y forma de expresión, hacedmelo saber o contactar con un centro neurológico para tratar mi posible disfunción. Os lo agradecería enormemente de por vida, si con ello conseguimos resultados en los que la normalidad sea base de mis posteriores actos.       

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