
Altiplanatur. J.A. Dengra. Facebook.
Me siento paulatinamente mejor desde que estoy relatando todo lo que se me pasa por la pelota, junto a cada palabra que logro conectar con otra para expresar mis inquietudes. Principalmente por salud mental, ya que el humo desprendido por las orejas no me ha preocupado mucho, al ser común cuando de exprimir el intelecto se trata, y de vez en cuando en las urgencias hospitalarias he tenido que resolver yo mismo el problema, dada mi experiencia y la nula del servicio; pero no ha sido así cuando el orificio narigudo ha chorreado sangre a mansalva, indicándome una hemorragia de satisfacción, que siendo necesaria cortar, por claros indicios de un desenlace ingrato, que daría al traste con tan claro regocijo en lo relatado, el caudal sanguíneo nunca ha llegado a niveles preocupantes, solamente ha hecho incidir en la conveniencia de hacérmelo mirar y acudir a un señor que me haga una pequeña sangría, para salida del liquidillo que a punto está de hacerme estallar la mollera.
Voy a dar rienda suelta a una bola que me tiene preocupado, e invade las inquietudes que me suelen aparecer de un tiempo a esta parte, y mas comúnmente desde que no concilio determinadas actitudes con la normal convivencia social en la que nos movemos.
Tiene que ver con asuntos de... nada, me iba a liar de nuevo con un enrolle político, pero estoy hasta la bolla de tanta mariconada, siempre preocupándose uno de las movidas que hacen otros, sin opción de influir ni terciar en el entramado mafioso que supone enrolarse en determinadas historias que al final nada se puede hacer. Porque si no está claro la estructura que tienen los partidos políticos de ente mafioso, es que no nos hemos enterado de nada.
Lo sabía, como me líe, me enrollo de mala manera, y al final me voy a mosquear dejando de escribir por liarme con tanta tontería que no lleva a ninguna parte.
Me mola MOBY, mientras escribo escucho a ésta peña y me relaja cantidad. También de nuevo descubrimiento han sido MANIC STREET PREACT, y otros más, que han relegado a mis clásicos a un segundo plano, abriéndome el abanico musical, porque uno se encierra en lo que siempre escucha y es como el día de la marmota, que no sale del bucle, repitiéndose una y otra vez. Hasta aquí. Punto y aparte, que me sé la historia y como pille carrete no dejo de hacer pulseras.
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