
Huerto galerote. Facebook.
Estoy de suerte. No sé si será buena o mala, porque según término una articulada empiezo otra. Aunque me corroe la duda, puede que lo haga para aprovechar el tirón que me ha lanzado el escrito anterior y seguir verborreando al hilo de la madeja que se ha quedado cortada; o más bien me ha surgido un ramalazo inspirador que mis dedos no pueden desaprovechar la oportunidad de hacer ejercicio. También puede deberse a mis prisas por gestionar provechosamente el fin de semana, para que la planificación posterior de los próximos días me sea más llevadera, y a éste ritmo acabe relatando todo el trabajo que me espera por hacer en días venideros. Pero claro, de nada sirve seguir enrollandome con la insustancial charla a la que someto al personal, si dejo de meter chicha en el fogón; uséase, que si no tiene sustancia lecturil para reflexionar y sacar alguna conclusión que no haga del palabrerío un texto vacío y potoso al no poder digerir semejante paparruchada de memeces.
Bien, allá voy con un asunto que no les va a dejar indiferentes, y con el conocimiento de lo que les voy a transmitir, lo mismo necesitan asistencia médica o profesional de cualquier especialista de la psique o estado mental. Luego no se lleven a engaños, les aviso y aquél que lo hace no es traidor, ni llevador de cualquier cosa que se le pida.
Ya se han puesto en funcionamiento los engranajes para hacer girar el mecanismo de engatusamiento del personal, políticamente hablando y más concretamente, el partido que paga las obras de su sede con dinero de procedencia ilícita. Si se supone que es dinero que no pasa por el fisco, cabe deducir que su procedencia es ilegal. Dentro de tales suposiciones, se llega a la conclusión determinante de los hechos o acciones que se han empleado para conseguir ese dinero.
Estamos acostumbrados a pensar que dicha procedencia monetaria, proviene de empresarios y donativos anónimos personales, que siempre se los relaciona con grupos económicos fuertes de empresas constructoras, petroleras, banca, y o sectores, que por su poder económico se permiten el lujo de facturar sólo una parte de la producción, y otra fracción, encubrirla para no declarar.
Hasta aquí las lógicas cuestiones de la procedencia del dinero son generalizadas, pero si nos ponemos a pensar con diferente punto de mira, los negocios que más dinero fraudulento ocasionan en las pérdidas del producto interior bruto, son la venta de armas, drogas y trata de personas o esclavitud en sus diferentes formas.
Nadie se ha cuestionado nunca que los sobres recibidos por los políticos corruptos, así como la financiación fraudulenta de los partidos, uno ya condenado en su día y otro en el camino de serlo, se haya hecho con dinero procedente de esas actividades que no pasan por el control fiscal.
¿Cómo reaccionaría la gente sabiendo que tales hechos son susceptibles de ser verdad?. Porque, ¿quién puede negarlo si su procedencia es ilegal y desconocida?. ¿Acaso los grupos mafiosos no tienen como ingresos de financiación dichas actividades?.
¿Por qué no nos planteamos tales posibilidades?. Está bien que hasta ahora las redes de financiación descubiertas son empresariales, llamémoslas "legales" que llevan contabilidad en "b" para enriquecerse sin contribuir. Contribución que hacemos los demás, pero ¿y si ese dinero se invierte en los negocios arriba mencionados para sacarle mayor rentabilidad?.
Porque todo lo que pasa es posible, pero sólo es posible, porque pasa.
Hace qué pensar ¿no?. Crea dudas razonables. Ahí lo dejo, que cada cuál saque sus conclusiones.
Otra derrama dineril es la ocasionada por la iglesia católica, que recibe del estado con sus apéndices autonómicos y locales. Subvenciones directas y exención de impuestos o tributos, que dejan de acoquinar, la más que respetable suma de más de 11.000 millones de euros al año, el 1% del PIB. Verdadero paraíso fiscal el que mantiene la congregación religiosa al no pagar IBI, obras, sociedades, etc; y las cuentas que obran en su poder son totalmente opacas. ¿Quién controla los donativos de grupos empresariales, personas anónimas, o el dinero de los cepillos de las iglesias?, por poner un ejemplo. Eso sí que es una máquina de hacer o acumular dinero "negro", o en "b".
¿Quién fiscaliza el banco vaticano?.
Y la misma procedencia que se supone para los partidos políticos del dinero ilegal, se le supone también al ingreso de las arcas eclesiásticas, cuya procedencia se desconoce de las aportaciones privadas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario