Sigo con mis cosas que me permiten desarrollar la verborrea, que en cualquier caso, pasaría de sacar las matracas que suelto sin ningún control sea del tipo que sea. Me tenéis extresaito con la exigencia del escrituro diario. Es lo que me indica las lecturas que hacéis cuando no público. Normal por una parte, pues la ausencia de novedades evita que la lectura se haga. Joder, pero una relectura, o un artículo que no se haya leído, proporciona la ocasión de pasarse, a ver o escuchar música. Ni caso, cosas mías de engatusador de 1° de aprendizaje.
Lo suyo es que no dejara de articular una vez rebasados los cien, pero debo improvisar dada mi falta de previsión. Los fines de semana no público, pero estoy rondando ideas, empezando cosas y haciendo diferentes pruebas para que al publicar no me pille el toro, como ahora.
Podríais echarme un cable y proponerme ideas, (en privado mi gmail esta visible ¿no?) o yo que sé, cualquier historia o suceso lo relato con mi labial escriturao.
Empiezo bien la segunda centena, deprisa y corriendo, ni puta idea de nada que me llame la atención. Sí, hay muchas, pero no para escribirlas, no me da la gana hablar de Grecia, ni Podemos, ni Ragoi, ni su; estoy hasta la bolla de bolleros y mamones y yo aquí, sentadito al fresco (no estoy en la queli), pasando de too, y desestresándome con ésta disertación sobre si Casillas se pira a Oporto o si el premio otorgado a una científica española merece la atención del público.
Al final voy a tener que decidirme por unas glosas emilianenses, o las silenses que lo hacen con voz más baja, casi inaudibles, o tal vez decantarme por unos cantares de gesta.
Con la tontería ya estamos a jueves, y mi ánimo aumenta según recibo noticias que me hacen ver el futuro con más optimismo y no está relacionado con las vacaciones precisamente, ni con los sanfermines, ni con las fiestas de las efigies a las que se les venera devoción y santidad, ni con las distintas propuestas de trabajo que no dejan de proponerme para integrar las redacciones de medios editoriales de todo el barrio, para que les redacte convocatorias de vecinos, libros de actas y propuestas de innovación en los edificios, negándome a causa del deber contraído en ésta bitácora con mi red clientelar que me lee cuando les apetece.
El ánimo, es muy caprichoso con cualquier gilipollez que te digan. Puede hacer de ti un guiñapo o por el contrario, creerte el rey del parchís.
Un inciso relacionado con éste juego: Es la única vez que se le escucha decir a un hombre, "No me la comas a mí, por favor cómesela a él". Que cosas tiene la vida, la de cosas que nos hace sentir.
Por cierto, han inventado un dispositivo que convierte las emociones en sonido. Un software traduce las ondas del cerebro, diferentes sonidos para determinar la reacción que ocasiona en el cerebro determinados sentimientos. Con éste avance se intenta dar voz a las personas con alguna discapacidad motora que les impida comunicarse con facilidad en su entorno. El equipo diseñador de tal producto es de un grupo de científicos de Barcelona.
Por fin y primera vez doy una noticia, será mi experiencia dilatada que me hace incorporar nuevas tendencias a mis redacciones. Es lo que tiene ser centenario, que ya no hay quien me tosa.
A refrescarse.
Por fin y primera vez doy una noticia, será mi experiencia dilatada que me hace incorporar nuevas tendencias a mis redacciones. Es lo que tiene ser centenario, que ya no hay quien me tosa.
A refrescarse.
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