
Rein Van Koppenhagen junge. stores.ebay.de
O acaso eso es lo que creo, que no sé ni como me llamo. Por que a mí, suelen llamarme, de una forma u otra, con mi nombre, un apócope de tal, un mote, mi apellido, por gilipollas también de vez en cuando, por mis logros nulos y escasos (es lo mismo, quería adjetivar con más énfasis mi aportación a la ciencia, letras y demás artes escénicas de las que me gustaría formar parte algún día).
Buena idea, con toda la matraca que me ha resultado tan amena disertar sobre la pantalla, algo habrá, recopilando, arreglando y extendiendo; para formar un algo que resulte publicable a nivel local primero y después, ya se verá hasta donde puede la madeja desenrollarse.
Pues por comparación y número de activos que pululan sus obras en todo tipo de formato y por cualquier canal abierto al mundo, para observación de cualquiera, veo que factible es, iniciar un proyecto que pase a la posteridad como por ejemplo, titulado: "El último ñordo"; que truños hay a mansalva y a nadie se le cae la cara de vergüenza por plantar dichos mojones.
Cuántos libros, pinturas, esculturas, música, etc; hay pululando por ahí. Millones de obras que nadie le da, o el valor que se le supone, o se le da el desprecio que tal vez no merezca, pero el caso es que estamos inundados de obras de todo tipo. Será que cada uno que cree poseer algo, y tiene la posibilidad de sacarlo a la luz, no pierde la oportunidad. Hace bien, así debe ser, pero no todo vale y el público decide, pero si no se intenta, nunca se sabrá el mérito que le corresponde.
Ahora, eso sí; necesito un mecenas que me financie, porque mis activos son de vacile y postureo, llegando cualquier día la benemérita u otro cuerpo especial de seguridad, dedicados a la captura de los grandes peces del mar, que se lo comen todo y sacando conclusiones y tirando del hilo, puede que me localicen, dando al traste con todas mis posibilidades escrituriles, aunque desde la trena tendría más tiempo y dedicación. No hay mal que por bien no venga. Pero sólo son suposiciones e hipótesis, por lo que habrá que esperar acontecimientos y no dar por hecho algo que ni se le pasa por la perola al comisario que me tiene enfilao. Ya veremos qué pasa.
O acaso eso es lo que creo, que no sé ni como me llamo. Por que a mí, suelen llamarme, de una forma u otra, con mi nombre, un apócope de tal, un mote, mi apellido, por gilipollas también de vez en cuando, por mis logros nulos y escasos (es lo mismo, quería adjetivar con más énfasis mi aportación a la ciencia, letras y demás artes escénicas de las que me gustaría formar parte algún día).
Buena idea, con toda la matraca que me ha resultado tan amena disertar sobre la pantalla, algo habrá, recopilando, arreglando y extendiendo; para formar un algo que resulte publicable a nivel local primero y después, ya se verá hasta donde puede la madeja desenrollarse.
Pues por comparación y número de activos que pululan sus obras en todo tipo de formato y por cualquier canal abierto al mundo, para observación de cualquiera, veo que factible es, iniciar un proyecto que pase a la posteridad como por ejemplo, titulado: "El último ñordo"; que truños hay a mansalva y a nadie se le cae la cara de vergüenza por plantar dichos mojones.
Cuántos libros, pinturas, esculturas, música, etc; hay pululando por ahí. Millones de obras que nadie le da, o el valor que se le supone, o se le da el desprecio que tal vez no merezca, pero el caso es que estamos inundados de obras de todo tipo. Será que cada uno que cree poseer algo, y tiene la posibilidad de sacarlo a la luz, no pierde la oportunidad. Hace bien, así debe ser, pero no todo vale y el público decide, pero si no se intenta, nunca se sabrá el mérito que le corresponde.
Ahora, eso sí; necesito un mecenas que me financie, porque mis activos son de vacile y postureo, llegando cualquier día la benemérita u otro cuerpo especial de seguridad, dedicados a la captura de los grandes peces del mar, que se lo comen todo y sacando conclusiones y tirando del hilo, puede que me localicen, dando al traste con todas mis posibilidades escrituriles, aunque desde la trena tendría más tiempo y dedicación. No hay mal que por bien no venga. Pero sólo son suposiciones e hipótesis, por lo que habrá que esperar acontecimientos y no dar por hecho algo que ni se le pasa por la perola al comisario que me tiene enfilao. Ya veremos qué pasa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario